VII CONGRESO NACIONAL DE LA ORGANIZACIÓN DE LUCHA POR LA TIERRA (OLT)
25 y 26 de febrero de 2011
La Reforma Agraria Integral, la soberanía Alimentaria, Territorial, energética y la democracia participativa es y debe ser el proyecto de desarrollo para la superación de la profunda desigualdad existente en el Estado paraguayo. El objetivo estratégico es la derrota del modelo de concentración de la tierra y el modelo productivo de exclusión, que son los pilares que sostienen el aumento de la pobreza, el desempleo, la migración y toda forma de humillación a la dignidad humana y del pueblo Paraguayo.
Los sectores conservadores postrados en los partidos de derecha y en las instituciones del gobierno, quienes representan a los grupos económicos mafiosos, a sectores del agro negocio y los bancos y financieras quienes hoy son los principales beneficiarios del crecimiento económico, un crecimiento que tiene en su haber un costo ambiental y social sin precedente.
Este modelo de producción sostenido por los sectores privilegiados no representa una propuesta de salida a los problemas del pueblo, al contrario, la agro exportación de materia prima que no paga impuestos no beneficia a la mayoría, asimismo, el déficit comercial del Paraguay tiene como una de sus causas principales el alto costo de productos alimentarios en el país. Por ello afirmamos que mientras el gobierno y el Estado paraguayo no apuesten a un proyecto de desarrollo, desde una política de Reforma Agraria Integral, no se podrá superar la pobreza, este proceso de cambio debe iniciarse con la distribución del principal recurso del país, la TIERRA.
No se puede profundizar la democracia si continúa la concentración de la tierra, donde el 2 % de los propietarios tiene el 85% de las tierras en sus manos. Un modelo de producción a favor del agro negocio que representa la destrucción de los recursos naturales, la expulsión de las familias campesina e indígena, la desintegración de las familias, la exposición a la violencia social por problemas económicos, representa un futuro de destrucción de nuestro pueblo y el ser campesino. Asimismo, para nosotros los defensores de esta propuesta son, los partidos tradicionales y conservadores, con el apoyo de la UGP, ARP y otros, quienes utilizan y promueven una política extractiva y de saqueo de los recursos naturales para su acumulación capitalista atropellando los Derechos Humanos fundamentales de miles de familia y de todo un pueblo.
El gobierno de Lugo fue resultado de un gran apoyo popular, que apostó al cambio profundo. Hoy vemos que la relación de fuerza no permitió avanzar en un programa que profundice el proceso de cambio, no obstante existe la necesidad política, moral y ética del gobierno de Lugo, de profundizar un plan para la mayoría, una política agraria nacional, apoyada en las fuerzas sociales, populares, de sectores que han mostrado lealtad al programa de cambio.
La responsabilidad política de las fuerza sociales democráticas y populares, pasa por retomar las movilizaciones y las luchas populares, por un programa que impacte en la realidad concreta de la economía de la gente, exigiendo de los poderes del estado distribuir la riqueza, generando medidas impositivas como el IRP, el impuesto a la exportación de Materia Prima (propuesta presentada por las organizaciones sociales), ampliación del Presupuesto General de Gastos de la Nación, recuperación de las tierras mal habidas, creación de nuevos asentamientos, instalación y mejoramiento de infraestructura de servicios sociales en las comunidades rurales y fomento a la producción de alimentos sanos de calidad para la población con mercado seguro, asistencia técnica y acceso a tecnología que no dañe el medio ambiente, entre otros. Todas estas medidas deben estar acompañadas desde las instituciones públicas y en función al CAMBIO.
El VII Congreso Nacional Resuelve:1. Retomar las acciones en todas las bases para la recuperación de tierras, por la concreción de la Reforma Agraria Integral a través de ocupaciones y lucha permanente.
2. Impulsar la Soberanía Alimentaria y producción agroecológica en todos los Asentamientos y comunidades, como única garantía para mantener la dignidad y el Teko campesino.
3. Fortalecer la participación de las mujeres y jóvenes en todas las instancias de decisión, bases, distritos, Departamentos y Dirección Nacional
4. Realizar formación política ideológica en todos los niveles, bases, distritos, Departamento y cuadro dirigencial.
5. Además, insta a trabajar por la unidad de las fuerzas populares democráticas, progresistas, comunidades eclesiales de bases, ecologistas, feministas, todos y todas las fuerzas interesadas en cambiar el rumbo de nuestro país, a movilizarse y construir una fuerza capaz de reorientar la caricatura democrática de la derecha hacia una verdadera democracia participativa, y popular. 6. Apoyar el proceso de cambio y luchas populares desarrolladas en varios países de América Latina.
25 y 26 de febrero de 2011
La Reforma Agraria Integral, la soberanía Alimentaria, Territorial, energética y la democracia participativa es y debe ser el proyecto de desarrollo para la superación de la profunda desigualdad existente en el Estado paraguayo. El objetivo estratégico es la derrota del modelo de concentración de la tierra y el modelo productivo de exclusión, que son los pilares que sostienen el aumento de la pobreza, el desempleo, la migración y toda forma de humillación a la dignidad humana y del pueblo Paraguayo.
Los sectores conservadores postrados en los partidos de derecha y en las instituciones del gobierno, quienes representan a los grupos económicos mafiosos, a sectores del agro negocio y los bancos y financieras quienes hoy son los principales beneficiarios del crecimiento económico, un crecimiento que tiene en su haber un costo ambiental y social sin precedente.
Este modelo de producción sostenido por los sectores privilegiados no representa una propuesta de salida a los problemas del pueblo, al contrario, la agro exportación de materia prima que no paga impuestos no beneficia a la mayoría, asimismo, el déficit comercial del Paraguay tiene como una de sus causas principales el alto costo de productos alimentarios en el país. Por ello afirmamos que mientras el gobierno y el Estado paraguayo no apuesten a un proyecto de desarrollo, desde una política de Reforma Agraria Integral, no se podrá superar la pobreza, este proceso de cambio debe iniciarse con la distribución del principal recurso del país, la TIERRA.
No se puede profundizar la democracia si continúa la concentración de la tierra, donde el 2 % de los propietarios tiene el 85% de las tierras en sus manos. Un modelo de producción a favor del agro negocio que representa la destrucción de los recursos naturales, la expulsión de las familias campesina e indígena, la desintegración de las familias, la exposición a la violencia social por problemas económicos, representa un futuro de destrucción de nuestro pueblo y el ser campesino. Asimismo, para nosotros los defensores de esta propuesta son, los partidos tradicionales y conservadores, con el apoyo de la UGP, ARP y otros, quienes utilizan y promueven una política extractiva y de saqueo de los recursos naturales para su acumulación capitalista atropellando los Derechos Humanos fundamentales de miles de familia y de todo un pueblo.
El gobierno de Lugo fue resultado de un gran apoyo popular, que apostó al cambio profundo. Hoy vemos que la relación de fuerza no permitió avanzar en un programa que profundice el proceso de cambio, no obstante existe la necesidad política, moral y ética del gobierno de Lugo, de profundizar un plan para la mayoría, una política agraria nacional, apoyada en las fuerzas sociales, populares, de sectores que han mostrado lealtad al programa de cambio.
La responsabilidad política de las fuerza sociales democráticas y populares, pasa por retomar las movilizaciones y las luchas populares, por un programa que impacte en la realidad concreta de la economía de la gente, exigiendo de los poderes del estado distribuir la riqueza, generando medidas impositivas como el IRP, el impuesto a la exportación de Materia Prima (propuesta presentada por las organizaciones sociales), ampliación del Presupuesto General de Gastos de la Nación, recuperación de las tierras mal habidas, creación de nuevos asentamientos, instalación y mejoramiento de infraestructura de servicios sociales en las comunidades rurales y fomento a la producción de alimentos sanos de calidad para la población con mercado seguro, asistencia técnica y acceso a tecnología que no dañe el medio ambiente, entre otros. Todas estas medidas deben estar acompañadas desde las instituciones públicas y en función al CAMBIO.
El VII Congreso Nacional Resuelve:
2. Impulsar la Soberanía Alimentaria y producción agroecológica en todos los Asentamientos y comunidades, como única garantía para mantener la dignidad y el Teko campesino.
3. Fortalecer la participación de las mujeres y jóvenes en todas las instancias de decisión, bases, distritos, Departamentos y Dirección Nacional
4. Realizar formación política ideológica en todos los niveles, bases, distritos, Departamento y cuadro dirigencial.
5. Además, insta a trabajar por la unidad de las fuerzas populares democráticas, progresistas, comunidades eclesiales de bases, ecologistas, feministas, todos y todas las fuerzas interesadas en cambiar el rumbo de nuestro país, a movilizarse y construir una fuerza capaz de reorientar la caricatura democrática de la derecha hacia una verdadera democracia participativa, y popular. 6. Apoyar el proceso de cambio y luchas populares desarrolladas en varios países de América Latina.